miércoles, 3 de noviembre de 2010

Esa estrella era mi lujo...

Movido, con el único fin de poder terminar de canalizar todo el duelo, me veo obligado a contrariar, a contradecir a quien a mi entender es el poeta más grande que nos ha brindado la ciudad de las diagonales, por supuesto estoy hablando, de él, el Indio Solari.

Me veo en la particularidad de utilizar una frase por él utilizada, y reeditarla; la frase en cuestión pertenece al tema “Esa estrella era mi lujo”, y la misma dice algo así: “nuestra estrella se agotó y era mi lujo…”.

A lo que quiero llegar, o al lugar que mi trunca poesía desea llevarme, es al tratar de comprender, que su estrella, pese al deceso, no se apaga, no se agota, es una luz eterna, una luz que no ciega, sino que clarifica, que marca el camino, la senda para transitar, el destello que desde la altura nos guiará y no permitirá que caigamos en las penumbras nuevamente.


Por eso, y más… Néstor.


“Tu estrella no se agotó, y es nuestro lujo…”

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