martes, 26 de abril de 2011

La postura de la cátedra... "A - Ideológica"

Despojar de su carácter ideológico a una “cosa”, es diezmar su análisis. Desear tener una Universidad “a-ideológica” no es por si solo un imposible, sino también un reduccionismo político. Lo ideológico y la persona son indivisibles. Pese a que algunos crean no poseerlo, todos contamos con un discurso ideológico. El mismo va a estar identificado por nuestro lugar de pertenencia, nuestras actividades sociales, laborales y modos de apreciación. Pedir que un profesor imparta conocimientos en determinado nivel académico desprovisto de ideología, es un error per se. Desde el momento en que se fija cual va a ser el material bibliográfico para determinada cátedra, se realiza un trabajo inconsciente de valoración ideológica – si es que valdría llamarlo de alguna manera -.

Los paladines del carácter “a- ideológico” de la Universidad querrán convencernos del sesgo y de los impedimentos que nos traerá aparejado la “bajada de línea”. Pretenden una Universidad ajena a la realidad argentina y latinoamericana. No merece dicho planteo el status de problema, sino habría que tomarlo más como un miedo “pequeño-burgués”. Lo más preocupante de este discurso neoliberal es el encontrarlo en una Universidad pública.

Los “a- ideológicos” cometen tal desapego a la realidad que pretenden una persona “bipolar” para comandar la clase. Proponen una persona que reúna discursos antagónicos, no les interesa un profesional que muestre visiones de distintos hechos desde una cierta cosmogonía, desde la “superestructura”.