jueves, 17 de febrero de 2011

Soberanía o diplomacia sojuzgada

En 2010, la Presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, decretó feriado el día 20 de Noviembre, en conmemoración por la batalla de “La Vuelta de Obligado”, librada cerca de la ciudad de San Pedro en 1845, que se convirtió en el hecho más loable de defensa nacional. El enemigo del régimen rosista, era por ese entonces un binomio por demás curioso, las dos potencias europeas más influyentes, Gran Bretaña y Francia. Países históricamente enfrentados, que para la ocasión olvidaron tales divergencias por sus ambiciones mercantiles en la reina del Plata.

El gobierno de Buenos Aires, en ese entonces encargado de las relaciones exteriores, no permitió la incursión de las potencias enemigas por los ríos internos, un hecho que hubiera vulnerado la soberanía nacional. Esta defensa nacional, trajo muchas controversias, dada la figura del controvertido Don Juan Manuel de Rosas, y las posturas de los unitarios del Interior que pretendían la libre navegación.

Esta introducción era para llegar al meollo que hoy se discute, si Argentina debió supeditarse a la supremacía estadounidense, o si la potencia mundial debe someterse a las leyes argentinas, tal como sucedió.

Argentina la semana última, pudo ver vulnerada su soberanía, si es que EE.UU. con sus manejos avasallantes hubiese hecho y deshecho a su antojo tras el arribo del avión con material no declarado a suelo argentino. Pese a que los “marines” trataron de obviar los pedidos del personal aeroportuario, cuando se quiso revisar las valijas que no aparecían en la lista de buena fe, tuvieron que someterse a la legislación nacional, y dejar de lado el amedrentamiento que quisieron imponer. El responsable estadounidense para la región pedía mediante las cámaras de CNN, un tratamiento especial al hecho, un tratamiento diplomático. Los cipayos que osan vivir en suelo argentino, se sumaron a la moción, y desde el gran matutino argentino se veía venir la invasión estadounidense al Río de La Plata. Esas mentes colonizadas por lo foráneo, no toleran, que hoy el “negro” no se vea amedrentado por la que ellos creen su “madre patria”.

Una vez más como en el “No al ALCA”, se encuentra presente el valor de lo nacional, y la soberanía argentina.